Me encanta la calabaza y no es la primera vez que la uso en un guiso. La combinación con el pesto es diferente pero exquisita y en los días de frío invierno, muy reconfortante. La calabaza es deliciosa y muy rica en vitamina C, por lo que yo en mi nueva dieta rica en esta vitamina intento comerla al menos una vez a la semana.
INGREDIENTES (para 4 personas)
- 2 trozos grandes de calabaza
- Aceite de oliva
- 1 cebolla finamente picada
- 1 pimiento amarillo finamente picado
- 3 dientes de ajo machacados
- 1 cucharilla de comino
- 400 gr de judías pintas en remojo desde el día anterior (o un bote de judías pintas o blancas escurrido bajo agua fría)
- 2 tazas de agua
- 1 cuchara de pasta de miso blanco
- 1 cucharilla de orégano
- 1 chile chipotle en adobo, sin semillas, picado
- Sal y pimienta
- 1 lata de tomate troceado
- 2 cucharas de pesto de kale
RECETA
- Calienta el horno. Corta la calabaza en trozos pequeños y hornea durante 30 minutos a 200 grados, mientras preparas el resto de ingredientes.
- En una olla a fuego medio caliente el aceite y saltea la cebolla durante 5 minutos.
- Incorpora el pimiento y cocina otros 5 minutos, hasta que ambas verduras estén tiernas.
- Añade el ajo y el comino y remueve durante un minuto.
- Agrega las judías, el agua, la pasta de miso, las especies y el chipotle, lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina semi tapado durante 40 minutos (si utilizas judías de boto solo es necesario cocinar 20 minutos).
- Cumplidos los 30 minutos de la calabaza, retira del horno y tritura con un tenedor o un pasa puré pequeño. Incorpora al guiso.
- Añade la lata de tomate y cocina otros 10 minutos. El guiso no debe quedar muy caldoso para simular la textura de un chili, aunque se puede añadir más agua si se prefiere tipo puchero.
- Deja reposar un minuto y sirve bien caliente.
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